Luis Cernuda
Fue
uno de los poeta fundamentales de la generación del 27, nacido en
Sevilla en 1902, en donde ya las poesías de Adolfo Bécquer
despertaron el interés imaginativo y creativo de este grande de la
poesía, alentado por un profesor el cual le brindaba conocimientos
técnicos sobre la materia pude desarrollar su ingenio, en su
juventud realizo sus primeras publicaciones en Revista
de Occidente,
en
1927
publica su primer libro lírico,
Perfil del aire. Después
de un tiempo 1929 trabaja en una librería donde frecuentemente hacen
diversas tertulias en compañía de Vicente Alexandre y Federico
García Lorca. En 1931 Luis Cernuda se enamora de un joven actor
llamado Serafín Fernández Ferro, este amor insatisfecho inspirara
sus libros
Donde
habite el olvido
y Los
placeres prohibidos,
después de un tiempo Cernuda se entera del asesinato de Lorca ,este
le escribe una elegía llamada A
un poeta muerto(F.G.L).
En
1947 inicia su exilio norteamericano, allí trabaja de docente en una
colegio de señoritas en Massachusetts, poco tiempo después se
establece en México capital donde se enamora de un culturista ,
Salvador Alighieri, al cual le dedica Poemas
para un cuerpo.
Luis
Cernuda nunca negó su sexualidad, lo cual lo dejo como alguien raro
en su patria natal, con una España de mente cerrada.
Los temas de sus poesías son una profundización a sus sentimientos como la soledad, el aislamiento,la marginación, el deseo de encontrar un mundo habitable o poco hostil, el deseo de encontrar la perfección, la naturaleza o incluso el amor tanto correspondido como no.
Selección de textos:
La Sombra
Al despertar de un sueño, buscas
Tu juventud, como si fuera el cuerpo
Del camarada que durmiese
A tu lado y que al alba no encuentras.
Ausencia conocida, nueva siempre,
Con la cual no te hallas. Y aunque acaso
Hoy tú seas más de lo que era
El mozo ido, todavía
Sin voz le llamas, cuántas veces;
Olvidado que de su mocedad se alimentaba
Aquella pena aguda, la conciencia
De tu vivir de ayer. Ahora,
Ida también, es sólo
Un vago malestar, una inconsciencia
Acallando el pasado, dejando indiferente
Al otro que tú eres, sin pena, sin alivio.
Estoy
cansado
Estar cansado tiene plumas,
tiene plumas graciosas como un loro,
plumas que desde luego nunca vuelan,
mas balbucean igual que loro.
Estoy cansado de las casas,
prontamente en ruinas sin un gesto;
estoy cansado de las cosas,
con un latir de seda vueltas luego de espaldas.
Estoy cansado de estar vivo,
aunque más cansado sería el estar muerto;
estoy cansado del estar cansado
entre plumas ligeras sagazmente,
plumas del loro aquel tan familiar o triste,
el loro aquel del siempre estar cansado.
Fuentes consultadas:
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