Ser o no ser lector(e)s: José Martínez Ruiz ''Azorín''

José Augusto Trinidad Martínez Ruiz ''Azorín''

(Imagen en http://ellibrodurmiente.org/?p=4589)

Azorín nació el día 8 de junio de 1875 en Monóvar (Alicante), miembro de una familia perteneciente a la burguesía. Su padre era abogado y llegó a a ser alcalde de su pueblo, su madre, era una terrateniente local. Ambos progenitores, eran personas cultas y religiosas.

Azorín, era un niño solitario al que le gustaba aislarse para disfrutar de la lectura. En su juventud, cursó el bachillerato en Yecla, etapa de la cual no conserva muy buenos recuerdos, tal y como refleja más tarde en su libro Memorias Inmemoriales.

Tiempo después, comienza a estudiar derecho en Valencia, aunque centra más su interés en las lecturas sobre krausismo, movimiento orientado a la renovación de la vida nacional a través de la enseñanza y el anarquismo. También se vuelca en la lectura de obras literarias y políticas, realiza sus primeras colaboraciones en la prensa local y redacta artículos de crítica teatral y social.

Más tarde, viaja Madrid y comienza a trabajar para el periódico El País, sin embargo, la crítica ante los valores establecidos y sobretodo, un artículo de opinión controvertido, le hace perder su puesto. Entonces, se decanta por la prensa republicana y política.

El escritor, se convierte en un importante novelista tras publicar una trilogía con rasgos autográficos: La voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo. Tras alcanzar esta buena reputación literaria, comienza a firmar sus obras bajo el seudónimo de Azorín.

Azorín formó parte de la Genración del 98. Además, con Pio Baroja y Ramiro de Maetzu formó el grupo de Los Tres.

(https://lamardelibros.files.wordpress.com/2011/04/confesiones-azorin.jpg)

En 1908, se casa con Julia Guinda Uznqui, esta situación provocó un giro en sus ideologías, lo que le hace ponerse a las órdenes de los líderes que tanto criticó: Antonio Maura y Juan de la Cierva.

Azorín, adopta un carácter más conservador, participando en política e incluso logrando llegar a ser diputado. Sin embargo, se niega a colaborar con el nuevo régimen por lo que comienza a dedicarse al periodismo de viajes y a redactar ensayos sobre personajes clásicos de la literatura. También creó textos de narrativa influido por el estilo del poeta Rainer María Rilke.

Poco después, pasa a formar parte de la Real Academia Española. En el año 1939 publica el libro Españoles en París, en el que redacta como fue su experiencia durante el exilio a París entes de la Guerra Civil. Durante esta etapa, reflexiona sobre España y escribe Pensando en España (1940) y Sintiendo España (1942).

Durante los últimos años de su vida, se dedicó a ver cine, arte sobre el cual escribió numerosos artículos de prensa. Azorín falleció en Madrid el 2 de marzo de 1967 con 93 años siendo el más longevo de los miembros de la Generación del 98.

Selección de textos

Las confesiones de un pequeño filósofo

" Lector: yo soy un pequeño filósofo; yo tengo una cajita de plata de fino y oloroso polvo de tabaco, un sombrero grande de copa y un paraguas de seda con recia armadura de ballena. Lector: yo emborrono estas páginas en la pequeña biblioteca del Collado de Salinas. Quiero evocar mi vida. Es medianoche; el campo reposa en un silencio augusto; cantan los grillos en un coro suave y melódico; las estrellas fulguran en el cielo fuliginoso; de la inmensa llanura de las viñas sube una frescura grata y fragante.

Yo estoy sentado ante la mesa; sobre ella hay puesto un velón con una redonda pantalla verde que hace un círculo luminoso sobre el tablero y deja en una suave penumbra el resto de la sala. Los volúmenes reposan en sus armarios; apenas si en la oscuridad destacan los blancos rótulos que cada estante lleva—Cervantes, Garcilaso, Gracián, Montaigne, Leopardi, Mariana, Vives, Taine, La Fontaine —, a fin de que me sea más fácil recordarlos y pedir, estando ausente, un libro.

Yo quiero evocar mi vida; en esta soledad, entre estos volúmenes, que tantas cosas me han revelado, en estas noches plácidas, solemnes, del verano, parece que resurge en mí, viva y angustiosa, toda mi vida de niño y de adolescente. Y si dejo la mesa y salgo un momento al balcón, siento como un aguzamiento doloroso de la sensibilidad cuando oigo en la lejanía el aullido plañidero y persistente de un perro, cuando contemplo el titileo misterioso de una estrella en la inmensidad infinita.

Y entonces, estremecido, enervado, retorno a la mesa y dudo ante las cuartillas de si un pobre hombre como yo, es decir, de si un pequeño filósofo, que vive en un grano de arena perdido en lo infinito, debe estampar en el papel los minúsculos acontecimientos de su vida prosaica...

No voy a contar mi vida de muchacho y mi adolescencia punto por punto, tilde por tilde. ¿Qué importan y qué podrían decir los títulos de mis libros primeros, la relación de mis artículos agraces, los pasos que di en tales redacciones o mis andanzas primitivas a caza de editores? Yo no quiero ser dogmático y hierático; y para lograr que caiga sobre el papel, y el lector la reciba, una sensación ondulante, flexible, ingenua de mi vida pasada, yo tomaré entre mis recuerdos algunas notas vivaces e inconexas-como lo es la realidad-, y con ellas saldré del grave aprieto en que me han colocado mis amigos, y pintaré mejor mi carácter, que no con una seca y odiosa ringla de fechas y de títulos. Y sea el lector bondadoso, que a la postre todos hemos sido muchachos, y estas liviandades de la mocedad no son sino prólogos ineludibles de otras hazañas más fructuosas y trascendentales que realizamos -¡si las realizamos!- en el apogeo de nuestra vida. "

Fuentes:

http://www.monover.com/azorin4.htm

http://www.modernismo98y14.com/azorin1.html

http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/9152/Azorin

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/azorin.htm

Selección de imágenes