miércoles, 22 de abril de 2015

Jorge Luis Borges



Nacido en Buenos Aires el 24 de Agosto de 1899,  es uno de los escritores argentinos más destacados de la literatura del siglo XX, siendo candidato al premio novel de literatura durante más de 30 años; no lo puedo ganar debido a sus posturas políticas y a sus polémicas declaraciones públicas.


A lo largo de su vida, al estar en contacto con Buenos Aires, hizo que tuviese una gran relación con esta ciudad, lo que se ve reflejado en su obra.

Mitificó los barrios suburbanos de esta ciudad, donde asentó su idealización de lo real.
La década de los cuarenta fue terrible para Borges ya que perdió a su querida abuela y, tras una espantosa agonía, a su padre. Fue entonces cuando verdaderamente maduró.
Un día, cuando se encontraba reunido en casa de sus amigos Bioy Casares y Silvina Ocampo, Borges conoció a una jovencita fascinante llamada Estela Canto, de la que se enamoro al instante. Lo malo es que, a pesar de sus esfuerzos, ese amor no fue correspondido por Estela, incluso habiéndole pedido casamiento.
Ese amor, siempre agonizante, acabó en 1952.
En 1975 su madre falleció, por lo que a partir de ese momento empezó a viajar en compañía de una ex alumna, que se hizo su secretaria y con la que acabó casándose el 26 de Abril de ese mismo año.
Borges falleció el 14 de junio de 1986 a los 86 años por culpa de un cáncer hepático, un enfisema pulmonar y por vejez. 
La obra de Borges está compuesta fundamentalmente por poesía, aunque también los ensayos y los cuentos cumplen un papel importante.
Si se analiza profundamente la obra de Borges, se pueden distinguir dos etapas:


Primera etapa (1923-1930): se caracteriza por el verso libre, el poema. A este período pertenecen Fervor de Buenos Aires y Cuaderno San Martín, entre otras.



Segunda etapa (1930-1986): se caracteriza por el ensayo breve y la ficción. A éste período pertenecen los ensayos Discusión e Historia de la Eternidad, entre otros. Y los relatos Historia Universal de la Infamia, El Aleph. 




Obras:

Cuentos:

Historia universal de la infamia (1935)                           Ficciones (1944)124

El Aleph (1949)                                                                 El informe de Brodie (1970)

El libro de arena (1975)                                                   La memoria de Shakespeare (1983)


Poemas:

Fervor de Buenos Aires (1923)                                       Luna de enfrente (1925)

Cuaderno San Martín (1929)                                           El hacedor (1960)

El otro, el mismo (1964)                                                   Para las seis cuerdas (1965)

Elogio de la sombra (1969)                                             El oro de los tigres (1972)

La rosa profunda (1975)                                                  La moneda de hierro (1976)

Historia de la noche (1977)                                             La cifra (1981)

Los conjurados (1985)






Fragmentos de obras:

Poesía.

Las calles – Fervor de buenos aires (1923)


 Las calles de Buenos Aires 
 ya son la entraña de mi alma. 
 No las calles enérgicas 
 molestadas de prisas y ajetreos, 
 sino la dulce calle de arrabal 
 enternecidas de árboles y ocasos 
 y aquéllas más afuera 
 ajenas de piadosas arboladas 
 donde austeras casitas apenas se aventuran 
 hostilizadas por inmortales distancias 
 a entrometerse en la honda visión 
 hecha de gran llanura y mayor cielo. 
 Son todas ellas para el codicioso de almas  
 una promesa de ventura 
 pues a su amparo 
 hermánanse tantas vidas 
 desmintiendo la reclusión de las casas 
 y por ellas con voluntad heroica de engaño anda nuestra esperanza.
 Hacia los cuatro puntos cardinales 
 se van desplegando como banderas las calles; 
 ojalá en mis versos enhiestos vuelen estas banderas.



Prosa.

El atroz redentor Lazarus Morell - Historia universal de la infamia

Cap. La causa remota

En 1517 el P. Bartolomé de las Casas tuvo mucha lástima de los indios que se extenuaban en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas, y propuso al emperador Carlos V la importación de negros que se extenuaran en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas. A esa curiosa variación de un filántropo debemos infinitos hechos: los blues de Handy, el éxito logrado en París por el pintor doctor oriental D. Pedro Figari, la buena prosa cimarrona del también oriental D. Vicente Rossi, el tamaño mitológico de Abraham Lincoln, los quinientos mil muertos de la Guerra de Secesión, los tres mil trescientos millones gastados en pensiones militares, la estatua del imaginario Falucho, la admisión del verbo linchar en la décimotercera edición del Diccionario de la Academia, el impetuoso film Aleluya, la fornida carga a la bayoneta llevada por Soler al frente de sus Pardos y Morenos en el Cerrito, la gracia de la señorita de Tal, el moreno que asesinó Martín Fierro, la deplorable rumba El Manisero, el napoleonismo arrestado y encalabozado de Toussaint Louverture, la cruz y la serpiente en Haití, la sangre de las cabras degolladas por el machete del papaloi, la habanera madre del tango, el candombe. 
Además: la culpable y magnífica existencia del atroz redentor Lazarus Morell.



Selección de imágenes







Fuentes utilizadas:


Biografía:

http://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Luis_Borges

http://www.monografias.com/trabajos65/jorge-luis-borges/jorge-luis-borges2.shtml#xobra#ixzz3Y4mmQFlU


Fragmentos:

http://biblio3.url.edu.gt/Libros/borges/infamia.pdf

http://bibliotecadescontexto.blogspot.com.es/2008/01/fervor-de-buenos-aires.html




Generador de Códigos QR Codes

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.